La gestión actual en Argentina ha sumido a los trabajadores de Parques Nacionales en un mar de incertidumbre, mientras el sindicato y los empleados enfrentan desafíos sin precedentes. Desde la implementación del decreto 84/2023, la situación se ha vuelto crítica para más del 50% de los trabajadores de conservación, y la ausencia de designación de autoridades agrava aún más el escenario.

Sindicato de Guardaparques de la República Argentina (Sigunara)

El Sindicato de Guardaparques de la República Argentina (Sigunara) ha denunciado la «total acefalía» en la Administración de Parques Nacionales desde el 10 de diciembre, con consecuencias directas en el funcionamiento cotidiano. La falta de firma de resoluciones y toma de decisiones a nivel nacional ha dejado en un limbo a intendentes de parques nacionales, algunos de los cuales ven vencidos sus plazos de designación, enfrentándose incluso a la suspensión de sus sueldos.

La tradicional renovación de la cúpula de Parques Nacionales con cada cambio de gobierno ha llevado esta vez a una inusual demora. La incertidumbre se extiende también a la dependencia del organismo, ya que se discute si seguirá bajo la Secretaría de Ambiente o cambiará de manos. La falta de claridad sobre esta cuestión agrega una capa adicional de complejidad a una situación ya de por sí delicada.

La situación laboral de los 1200 trabajadores contratados, incluyendo administrativos, técnicos y brigadistas de incendios forestales, es aún más precaria. Con contratos vigentes hasta marzo y sin confirmación sobre su continuidad, la mitad de la planta de Parques Nacionales enfrenta un futuro incierto. La falta de autoridades se traduce en una ausencia de certeza sobre el destino de estos trabajadores más allá del 1 de abril.

El secretario general de Sigunara, Antuel Sanchez, destaca la importancia de la figura del guardaparque y la necesidad de recuperar su posición en la estructura jerárquica de Parques Nacionales. La falta de entendimiento de las leyes específicas y la designación de funcionarios ajenos a la realidad de la institución han generado preocupación entre los trabajadores, que esperan que la designación de autoridades sea una prioridad.

En este contexto de incertidumbre laboral y administrativa, la situación en Parques Nacionales se torna crítica. Los trabajadores y sus representantes sindicales buscan respuestas y una clara dirección para asegurar la continuidad de las operaciones y la protección de estos valiosos espacios naturales. La espera por la designación de autoridades se prolonga, mientras la incertidumbre se cierne sobre el destino de aquellos dedicados a la preservación de nuestro patrimonio natural.