El proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), liderado por YPF junto a un consorcio de seis compañías, fue oficialmente incorporado al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Este paso asegura el acceso al financiamiento necesario para la construcción del tramo Allen-Punta Colorada, clave para consolidar la exportación de petróleo desde la Cuenca Neuquina a través de la costa rionegrina.
El consorcio está integrado por Shell, Chevron, Pan American Energy (PAE), Vista, Pluspetrol y Pampa Energía, quienes aportarán el 30% de los costos iniciales del proyecto. El 70% restante será gestionado a través de financiamiento internacional y nacional, con el objetivo de iniciar las obras en enero de 2025. La licitación para este segundo tramo del oleoducto se encuentra en sus etapas finales y se espera que las adjudicaciones sean anunciadas en las próximas semanas.
El primer tramo del oleoducto Vaca Muerta Sur, que conecta Loma Campana (Neuquén) con la estación de bombeo Allen (Río Negro), se encuentra en una fase avanzada de construcción. Este tramo, de aproximadamente 130 kilómetros, ha llegado a Allen y se están completando tareas relacionadas con la conexión y preparación del sistema. El nuevo ducto extenderá su recorrido hasta Punta Colorada, donde se instalará una terminal portuaria equipada para despachar petróleo hacia mercados internacionales.
Sobre el proyecto Vaca Muerta Sur
El oleoducto Vaca Muerta Sur es una de las obras de infraestructura más importantes de las últimas décadas en Argentina. Permitirá evacuar petróleo desde la Cuenca Neuquina, comenzando con una capacidad de 180.000 barriles diarios en 2026, con un incremento previsto a 700.000 barriles diarios para 2028. Este desarrollo potenciará las exportaciones de crudo, proyectando ingresos de hasta 21.000 millones de dólares anuales, y posicionará a la terminal de Punta Colorada como un eje estratégico para el comercio energético del país.